
A medida que se acerca el estreno de la nueva versión en acción real de Blancanieves, Disney se encuentra en medio de una creciente controversia, impulsada principalmente por las declaraciones políticas de su protagonista, Rachel Zegler.
Esto ha generado preocupaciones dentro del estudio sobre una posible reacción negativa del público. Martin Klebba, actor que prestó su voz a Gruñón en la película, expresó su descontento con la decisión de reducir la escala de la premiere en Hollywood.
En una entrevista con The Hollywood Reporter, Klebba señaló que Disney parece estar «temeroso de la reacción del público» y «preocupado por una posible respuesta violenta» debido a la polémica que rodea la película.
Según el actor de 55 años, la premiere se llevará a cabo en el emblemático teatro El Capitán en Los Ángeles, pero sin el tradicional despliegue de alfombra roja. «No habrá todo este alboroto de ‘la primera película de Disney que hicieron’.
Debido a toda esta controversia, tienen miedo de las reacciones negativas de la sociedad. Básicamente, será una fiesta previa, veremos la película y eso es todo», explicó Klebba.
Además, fuentes cercanas a la producción revelaron al Daily Mail que Disney canceló una premiere de mayor envergadura en Leicester Square, Londres, para evitar más atención mediática y proteger a Zegler de preguntas incómodas.
“Disney ya anticipa una reacción anti-woke contra Blancanieves y ha reducido la agenda de medios a solo unos pocos eventos de prensa cuidadosamente controlados”, aseguró una fuente.
Klebba también mencionó que es consciente de las controversias que rodean la película y las opiniones políticas de los actores principales, pero insistió en que «no deberían eclipsar el arduo trabajo de todos los demás».
La película ha sufrido varios cambios desde su anuncio, como la eliminación de los siete enanitos tradicionales, quienes fueron reemplazados por criaturas generadas por CGI, lo que también desató críticas, especialmente por parte de Peter Dinklage, quien calificó la historia original de «retrógrada».
En respuesta, Klebba comentó: «Normalmente no me meto en cuestiones políticas, pero no entendí por qué no iban a hacer a los enanitos. La historia es un clásico y seguirá siendo parte de nosotros, no importa cómo se cuente», concluyó.