
Los chocolates del Bienestar, promovidos por el gobierno de México, han generado controversia debido a su inclusión de sellos de advertencia sobre exceso de grasas saturadas y calorías, a pesar de ser un producto diseñado para apoyar a los productores nacionales de cacao.
Este producto, elaborado principalmente con cacao mexicano, es uno de los esfuerzos del gobierno para fomentar el consumo de productos nacionales y promover una economía más justa para los productores locales.
Los chocolates del Bienestar son empaquetados y luego vendidos en las Tiendas del Bienestar, anteriormente conocidas como Tiendas Diconsa, con precios accesibles para la población. Su disponibilidad en estas tiendas tiene como objetivo hacer más accesibles los productos derivados del cacao mexicano, beneficiando tanto a los consumidores como a los productores.
En cuanto a sus ingredientes, el chocolate del Bienestar se caracteriza por estar elaborado a base de cacao mexicano, lo cual es un aspecto destacado dentro de su propuesta.
Además, se incluyen ingredientes naturales y superalimentos como chía, cúrcuma y jengibre, lo que le da un toque distintivo frente a otros chocolates en el mercado. Sin embargo, a pesar de estos ingredientes saludables, el producto presenta un exceso de grasas saturadas y calorías, lo cual ha provocado que su empaque esté marcado con tres sellos de advertencia.
Ante las críticas sobre estos sellos, la presidenta Claudia Sheinbaum defendió la calidad del chocolate, asegurando que la cantidad de azúcar en estos productos es mínima en comparación con los chocolates comerciales que suelen encontrarse en el mercado.
No obstante, este tipo de declaraciones no ha sido suficiente para frenar las preocupaciones de quienes señalan que, a pesar de sus beneficios para los productores de cacao, el chocolate del Bienestar no está exento de los problemas relacionados con el consumo de alimentos con alto contenido calórico.
A medida que el debate sobre los chocolates del Bienestar continúa, queda claro que, aunque el producto tiene buenas intenciones en términos de apoyo a los productores locales, su composición nutricional sigue siendo motivo de discusión, especialmente en un país donde la obesidad y las enfermedades relacionadas con la mala alimentación son un problema creciente.