
Fue todo un drama en el Estadio Ciudad de los Deportes, pero finalmente Cruz Azul logró avanzar a la final gracias al reglamento, a pesar de perder 1-2 (2-2 global). Fueron favorecidos por su posición en la tabla, y ahora el Clásico Joven determinará al campeón del fútbol mexicano.
En la segunda mitad, el dominio de los regiomontanos aumentó, la Máquina estaba completamente replegada en su campo, pero les faltó precisión en el ataque y no lograron adelantarse en el marcador.
Fue entonces cuando apareció Sepúlveda, el Ángel que siempre responde cuando tiene oportunidades. Al minuto 16, cerró una jugada, abrió el marcador, amplió la ventaja y desvaneció las esperanzas de Rayados.
Minutos después, Germán Berterame acortó la distancia al desviar ligeramente un centro frontal con la punta del zapato, dejando fuera de la jugada a Mier, quien no pudo evitar el empate.
El gol les devolvió la esperanza y, al 73′, Berterame anotó nuevamente, superando a Mier en un mano a mano y definiendo por un costado. Esto provocó un silencioso temor en el Estadio Azul, que antes estaba lleno de alegría.