Por Manuel Gallardo / Papi TV
Derivado de la inestabilidad política en el Estado de Nuevo León, será en las elecciones del 2024 el escenario que determine el porvenir de la política en los próximos años.
Un juego político entre la coalición y movimiento ciudadano, desde alcaldías, diputaciones y senadurías. Pero sin desestimar a los demás poderes, es en el congreso local donde se juega la pieza más importante. Pues el ejecutivo (que tiene como ventaja una alta aprobación y haber sumado municipios a su esquina) requiere de un mayor número de diputados locales para cumplir su agenda y objetivos, y la oposición, no perder la mayoría legislativa con el fin de tener el poder de negociación e influencia suficiente.
Hemos visto desde cambios de bando, guerra sucia, el uso de la fuerza pública, denuncias, entre otros actos para menospreciar a los partidos políticos contrarios. Y prepárense, que esto apenas comienza. ¿O será que llegarán a un acuerdo de cese al fuego? ¿O la lucha por el control del Estado se intensificará?
Otro actor muy importante es la Federación, que, sin duda, puede influir en gran medida para concretar un acuerdo político o beneficiar algún lado. Aunque con la atención brindada al proceso electoral del 2024 y los aspirantes a la presidencia de la república, el interés de resolver la inestabilidad política existente en Nuevo León puede demorarse o disminuir.
Es bien sabido que, tanto el congreso local como el ejecutivo estatal fueron elegidos democráticamente por el pueblo de Nuevo León, quién de nueva cuenta, le toca reflexionar y decidir por la mejor propuesta o fuerza política para gobernar el Estado.
En la pasada elección se tiene registrada una participación del cincuenta por ciento. Esta en la ciudadanía el poder de decidir el destino que queremos, podemos ser simples observadores o convertirnos en verdaderos actores del cambio.
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