
El presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva para cerrar la frontera sur a todos los migrantes, como parte de su estrategia de seguridad nacional.
Esta acción tiene como objetivo frenar el ingreso de extranjeros que puedan ser considerados como parte de una invasión hacia los Estados Unidos.
La iniciativa, dada a conocer recientemente, se fundamenta en la obligación del Gobierno federal de garantizar la protección de los estados, conforme lo establece el Artículo IV, Sección 4 de la Constitución de los Estados Unidos.
En el comunicado de la Casa Blanca, se señala que estados como Texas habían solicitado asistencia federal para hacer frente a la situación migratoria durante la administración de Biden, pero no recibieron el apoyo adecuado para controlar la llegada masiva de migrantes irregulares, lo que ha generado un impacto económico significativo en las autoridades locales y estatales.
Trump asegura que tiene la autoridad legal, tanto bajo la Ley de Migración y Nacionalidad como bajo el Artículo II de la Constitución, para impedir la entrada de inmigrantes ilegales a través de la frontera sur.
Bajo esta autoridad, el presidente ha instruido a los Departamentos de Seguridad Nacional, Justicia y Estado para que implementen medidas inmediatas para repeler, deportar y expulsar a los migrantes ilegales que participen en esta invasión.