
La Administración de Seguridad del Transporte (TSA) está ampliando un programa de identificación digital que utiliza el reconocimiento facial en 25 aeropuertos de los EE. UU. y Puerto Rico. La tecnología está destinada a aumentar la eficiencia de la seguridad. Compara la cara de un viajero con su foto de identificación en segundos. Si hay una discrepancia, se alerta a los oficiales de la TSA para una mayor investigación.
El administrador de la TSA, David Pekoske, argumenta que el reconocimiento facial es más preciso que la verificación humana, lo que acerca el nivel de precisión al 100 % desde la mitad del 80 % anterior. Desde 2020, el programa se ha introducido en más de dos docenas de aeropuertos, con planes de incluir al menos tres más para fin de año.
Sin embargo, el programa enfrenta críticas. Cinco senadores estadounidenses han solicitado su suspensión, afirmando que la seguridad física del aeropuerto no debería comprometer la seguridad biométrica. Los defensores de la privacidad también expresan su preocupación por la falta de regulaciones sobre el reconocimiento facial y las posibles inexactitudes con las personas de color.
Si bien Pekoske asegura que la privacidad de los pasajeros es una prioridad, los críticos siguen preocupados. La mayoría de las imágenes se eliminan después de su uso. Sin embargo, parte de la información se cifra y se conserva hasta 24 meses para las revisiones de rendimiento de la tecnología. Actualmente, el programa es voluntario para los volantes.
NOTA GENERADA POR IA