
Por P. Kristian López Lotina / Papi TV
El maestro pintor colombiano Fernando Botero fallece hoy a los 91 años dejando un legado pictórico de Latinoamérica para el mundo.

En el mes de Febrero de 2008 Botero, visitó nuestra ciudad de Monterrey, en el estado norteño de Nuevo León, en una gira de un par de días en donde tuvo diversas actividades entre los que destacan la inauguración del famoso Caballo que se encuentra en la explanada del los tres museos en la entrada del Paseo Santa Lucia, en la entonces administración del Ex-Gobernador. José Natividad Gonzáles Parás, una época de terrible inseguridad por el azote de la narcoguerra.

Posteriormente ofreció una rueda de prensa y conferencia magistral ante medios locales, nacionales e internacionales en el centro de las artes en Parque Fundidora donde habló al respecto sobre la inauguración de su exposición en la pinacoteca de Nuevo León con el tema sobre la famosa cárcel de Abu Dabi, en donde el ejercito de EUA cometió terribles abusos hacia los prisioneros iraquíes en el contexto de la guerra en el medio oriente, imágenes que le dieron la vuelta al mundo y que el pintor plasmó en una serie de obras que impactan con solo observarlas y reconocer el estilo y la técnica de Botero ya muy asentada en el colectivo de los que nos gustan las artes plásticas.


Finalmente, la UANL le brindó el reconocimiento con el Doctorado «Honoris Causa» evento celebrado en el teatro universitario por el entonces rector M.C. José Antonio González Treviño, para concluir con una cena de gala en el Museo Marco, evento exclusivo y restringido para la prensa.

Seguir las andanzas de Botero en Monterrey, durante mi crecimiento personal y profesional como fotoperiodista en ese entonces como fotógrafo del Periódico ABC de Monterrey y como corresponsal de la agencia de fotografía CUARTOSCURO fundada por el gran fotoperiodista mexicano Pedro Valtierra, no solo me enriqueció, sino que conecta en la actualidad con el impacto que generó en mi visión gráfica y que me ayudaría para enriquecer mi experiencia y conocimientos en las ciencias de la comunicación, el arte y la cultura, además de afianzar algunas bases personales y valorar mi acervo fotográfico en las andanzas de la ciudad y su cambio de perspectiva mas afianzada en ese entonces de ser un «rancho», al ser ahora una ciudad en crecimiento con rascacielos, eventos internacionales en música, cultura y esculturas importantes como la de Botero, que le dan a nuestra urbe, un toque refinado que en estos tiempos se valora mas, que cuando se inauguró.




Ad Astra maestro Botero. y a los colegas de ese tiempo, un saludo y reconocimiento a nuestras andanzas periodísticas en todas sus vertientes y el acervo, escrito, gráfico y visual, que dejamos al registrar estas, y otras historias que pasan en la ciudad de las montañas.
