
En Nuevo León, la calidad del aire se ha convertido en un tema de preocupación creciente. Según los últimos reportes de IQAir, el municipio de Benito Juárez encabeza la lista de los lugares con peor calidad del aire en el estado, alcanzando un Índice de Calidad del Aire (ICA) de 134, lo que se considera un nivel muy malo.
Este dato pone en alerta a las autoridades y a los habitantes, quienes deben estar conscientes de los riesgos para la salud asociados con estos niveles de contaminación.
A la cabeza de esta problemática ambiental, le siguen otros municipios de la zona metropolitana como Guadalupe, Cadereyta Jiménez, Santa Catarina y García, donde la calidad del aire es igualmente preocupante, aunque en niveles moderados.
Las cifras del ICA varían entre 75 y 87, lo que indica que la contaminación es lo suficientemente alta como para poner en riesgo a las personas más vulnerables, como niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias.
La causa principal de esta creciente contaminación en el aire es la alta concentración de emisiones provenientes del tráfico vehicular y las industrias, además de la quema de residuos, factores que contribuyen al incremento de partículas contaminantes en la atmósfera.
Por otro lado, aunque municipios como San Pedro Garza García y Monterrey presentan un ICA de aceptable (alrededor de 63), la contaminación en otros municipios cercanos afecta la calidad del aire en general.
Esto subraya la necesidad urgente de implementar medidas más eficaces para mitigar los efectos de la contaminación en toda la región.
Los expertos recomiendan que, frente a estos índices preocupantes, los habitantes de los municipios más afectados tomen precauciones, como limitar las actividades al aire libre y utilizar mascarillas en caso necesario.
Además, se hace un llamado a las autoridades para reforzar políticas de control de emisiones y promover alternativas de transporte más limpias y sostenibles.
La mala calidad del aire en Nuevo León no solo es un problema ambiental, sino una amenaza directa para la salud pública. Es hora de que tanto ciudadanos como autoridades actúen de manera conjunta para combatir la contaminación y garantizar un entorno más saludable para todos.