

En medio de una transformación profunda en el panorama del entretenimiento, Disney ha iniciado una nueva ronda de despidos que afectará a cientos de empleados tanto en Estados Unidos como en el extranjero.
Esta medida, que marca la cuarta ola de recortes en menos de un año, no solo refleja una crisis laboral dentro del gigante del entretenimiento, sino también una redefinición de su estrategia cultural y creativa.
Los despidos, reportados por el Los Angeles Times, impactarán áreas clave de la estructura creativa y operativa de Disney: marketing, cine, televisión, publicidad, casting, desarrollo de contenidos y finanzas corporativas.
Según fuentes cercanas, esta sería la mayor reestructuración reciente, y responde a la necesidad de ajustar la compañía a la caída sostenida de la televisión tradicional frente al auge del contenido digital bajo demanda.
El recorte más reciente se suma a otros movimientos significativos dentro de la compañía. En julio de 2024, Disney eliminó 140 puestos en su división de televisión (2 % del personal), y en mayo de 2023, Pixar —una de las joyas creativas de Disney— despidió a 175 empleados, lo que representó el 14 % de su plantilla.
Este último caso significó no solo una reducción de personal, sino un viraje estratégico: Pixar abandonó parcialmente la producción de series para plataformas digitales y volvió a enfocarse en largometrajes pensados para el cine.
Impacto en el ecosistema laboral y creativo
Para los trabajadores afectados, los recortes significan más que una pérdida de empleo. Muchos pertenecen a áreas creativas y de desarrollo, clave en la construcción del contenido que forma parte del imaginario colectivo de millones de personas.
Guionistas, publicistas, directores de casting y especialistas en marketing cultural ven con incertidumbre su futuro en una industria que atraviesa una reconfiguración sin precedentes.
“El mensaje es claro: se priorizan las grandes producciones cinematográficas con potencial global sobre las series episódicas y más experimentales”, explicó una fuente interna que pidió no ser identificada. Esta tendencia, según analistas, podría limitar la diversidad de historias y enfoques que suelen explorarse en formatos seriales o producciones específicas para streaming.
¿Un cambio de era en la cultura Disney?
La reducción de personal y la concentración en formatos más tradicionales podrían traducirse en una pérdida de innovación y riesgo narrativo. Durante años, plataformas como Disney+ sirvieron de espacio para explorar personajes secundarios, nuevas identidades y formatos diversos. Con menos recursos y personal creativo, queda en duda cuánto de esa experimentación sobrevivirá en la nueva etapa.
Así, los despidos no solo afectan a quienes pierden su empleo, sino que también marcan un giro cultural para Disney. En lugar de ampliar su universo creativo, la empresa parece optar por consolidar lo que ya conoce: franquicias grandes, narrativas probadas y un modelo centrado en la rentabilidad por encima de la exploración artística.