

El icónico Hombre de Acero vuelve a la gran pantalla, pero esta vez con una mirada completamente distinta. Bajo la dirección de James Gunn, la próxima película de Superman promete alejarse del relato grandilocuente y apostar por algo mucho más íntimo: la humanidad del último hijo de Krypton.
Durante una entrevista en el pódcast Armchair Expert, Gunn, también co-CEO de DC Studios, dejó en claro que su enfoque va más allá del espectáculo visual. “Superman es un buen tipo, sí… pero quiero centrarme en lo que lo hace humano”, comentó. Así, el director busca romper con el molde del héroe inalcanzable para dar paso a un personaje con dudas, emociones y conflictos internos.
Un nuevo rostro para una nueva era
Después de una extensa búsqueda, Gunn eligió al actor David Corenswet como el nuevo Clark Kent. Con experiencia en producciones como Hollywood (Netflix) y We Own This City (HBO), Corenswet no era una estrella de renombre, y eso jugó a su favor. Gunn explicó que quería alguien fresco, con presencia, pero sin la carga mediática de un nombre ya establecido. Entre los finalistas también figuraban Nicholas Hoult y un tercer actor cuya identidad no fue revelada.
Y no solo el rostro del superhéroe fue elegido con cuidado: la nueva versión de los Kent, así como la granja familiar en Smallville, están inspiradas en la infancia del propio Gunn en Missouri. “Quería una representación más real, más cercana, más de verdad”, afirmó.
Metrópolis renace… en Ohio
Uno de los giros más interesantes del proyecto es la elección de escenarios reales para recrear Metrópolis. Cleveland y Cincinnati, con su arquitectura art déco y su aire retrofuturista, fueron los lugares elegidos para construir esta versión de la ciudad. Incluso la emblemática estación de tren de Cincinnati sirvió de inspiración para diseñar la “Hall of Justice”, mientras que edificios como la Terminal Tower también tendrán protagonismo, en un guiño nostálgico a las primeras visiones de Superman en los cómics.

Un Superman con corazón… y con kaijus
Lejos de dejar de lado lo fantástico, la nueva película rescatará elementos de la Edad de Plata de los cómics: robots, monstruos gigantes (sí, habrá kaijus), trajes de batalla para Lex Luthor y hasta la entrañable figura de Krypto, el perro de Superman, quien tendrá un papel clave en futuras películas como la de Supergirl.
Aun con toda esta carga visual y de acción, Gunn asegura que lo más importante será la conexión emocional con los personajes. “Quiero toda la magia de los cómics, pero con personajes que se sientan reales, con emociones de verdad”, expresó.
Cine con propósito
Más allá del guion y la dirección, Gunn también habló sobre su propio viaje personal: luchas con adicciones, procesos de rehabilitación y su despido —y posterior regreso— a Marvel y DC. Estas vivencias moldearon su forma de crear. “Durante años solo quería gustarle a la gente. Pero entendí que no necesito eso. Ahora hago cine para contar algo verdadero”, confesó.
¿El renacer de DC Studios?
Con esta película, Gunn da el primer paso para redefinir el universo cinematográfico de DC. Junto a Peter Safran, su objetivo es crear una saga coherente, pero sin limitar la creatividad de cada cineasta. “No quiero un solo tono para todas las películas. Quiero que cada historia tenga su propia voz”, dijo.
La nueva cinta de Superman se perfila no solo como el regreso de un ícono, sino como un experimento emocional dentro del cine de superhéroes. Y si todo sale como Gunn espera, estaremos ante una de las versiones más humanas, conmovedoras y cinematográficamente frescas que haya tenido el personaje en décadas.