
Giorgio Armani comenzó su carrera en el mundo del diseño en los años 60
Milán, 4 de septiembre de 2025 — El mundo de la moda despide a una de sus leyendas más influyentes: Giorgio Armani falleció a los 91 años, dejando un legado imborrable que transformó la industria del diseño y el negocio del lujo a nivel global.
Armani no fue solo un diseñador; fue un visionario que cambió las reglas del vestir masculino y abrió nuevos caminos para la moda femenina. Con una estética basada en la sobriedad, la pureza de líneas y la sofisticación sin excesos, construyó una marca que se convirtió en sinónimo de elegancia atemporal.
Nacido en Piacenza, Italia, en 1934, Giorgio Armani comenzó su carrera en el mundo del diseño en los años 60 y fundó su propia firma en 1975. Su irrupción en la moda coincidió con un cambio cultural que él supo interpretar con precisión: eliminó la rigidez de los trajes masculinos tradicionales, proponiendo una silueta más relajada, fluida y moderna.
Al mismo tiempo, ofreció a las mujeres trajes de corte impecable que simbolizaban independencia y autoridad en un mundo laboral en transformación.

Su estilo se volvió un referente en el cine, la alfombra roja y las oficinas ejecutivas. Diseñó vestuarios icónicos para películas como American Gigolo (1980), protagonizada por Richard Gere, y vistió a celebridades, políticos y líderes globales durante décadas.
Su imperio, que abarca ropa, accesorios, perfumes, hoteles y mobiliario, llegó a generar miles de millones de euros al año.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada este jueves por su casa de moda, tras semanas de especulaciones sobre su estado de salud.
En junio, Armani se había ausentado de los desfiles de sus colecciones durante la Semana de la Moda de Milán, indicando que se encontraba en reposo en su residencia. En ese entonces, envió un mensaje en el que aseguraba estar supervisando personalmente cada detalle, aunque sin revelar el motivo de su ausencia.
Giorgio Armani deja tras de sí no solo una marca consolidada, sino una manera de entender la moda como forma de expresión personal y cultural.
Su influencia perdura en cada prenda que equilibra elegancia con funcionalidad, en cada mujer empoderada con un traje, y en cada hombre que aprendió que la sofisticación no requiere ostentación.