
Dormir poco y a altas horas de la noche se ha convertido en una práctica común en la vida moderna, especialmente entre jóvenes y adultos que llevan agendas apretadas o pasan largas horas frente a las pantallas. Sin embargo, los efectos de este hábito en la salud son cada vez más preocupantes.
Expertos en salud han señalado que la falta de sueño adecuado, definida generalmente como menos de 7 horas por noche, tiene un impacto negativo en varios aspectos del bienestar físico y mental.
Según estudios, dormir tarde y poco interrumpe los ciclos naturales del cuerpo, afectando la capacidad del cerebro para consolidar memoria, procesar emociones y regenerarse.
Uno de los efectos inmediatos más notables es el deterioro de la función cognitiva. Las personas que duermen poco suelen experimentar dificultades para concentrarse, tomar decisiones y mantener un rendimiento óptimo durante el día.
Además, la privación del sueño está asociada con un aumento de los niveles de estrés, irritabilidad y ansiedad.
Desde un punto de vista físico, la falta de descanso también se vincula a un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión, problemas cardiovasculares, diabetes y obesidad. El sistema inmunológico también se ve afectado, lo que hace a las personas más susceptibles a infecciones.

El ciclo de sueño irregular y la falta de descanso adecuado también alteran el equilibrio hormonal, afectando la producción de hormonas relacionadas con el hambre y el metabolismo. Esto puede llevar a un aumento en los antojos de alimentos poco saludables y contribuir al aumento de peso.
Si bien el estilo de vida acelerado y las obligaciones sociales y laborales pueden dificultar el establecimiento de una rutina de sueño saludable, los expertos recomiendan realizar esfuerzos para priorizar el descanso.
Establecer horarios fijos para dormir, reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse y crear un ambiente relajante para el sueño son algunas de las estrategias que pueden mejorar la calidad del descanso.
En resumen, dormir poco y tarde no solo afecta nuestra energía diaria, sino que también tiene consecuencias a largo plazo para la salud física y mental. Es crucial comenzar a tomar conciencia de la importancia del sueño para llevar una vida más equilibrada y saludable.