

Este jueves se confirmó el fallecimiento del actor estadounidense Michael Madsen, reconocido por sus papeles en películas icónicas como Reservoir Dogs y Kill Bill Vol. 2. Tenía 67 años.
Según información publicada por The Hollywood Reporter, las autoridades acudieron al domicilio del actor en Malibú, California, tras una llamada de emergencia al 911. Al llegar, lo encontraron inconsciente y fue declarado muerto en el lugar. Su representante confirmó a diversos medios que la causa preliminar sería un paro cardíaco.
Madsen había expresado recientemente su entusiasmo por los nuevos proyectos en los que estaba trabajando dentro del cine independiente, incluyendo los largometrajes Resurrection Road, Concessions y Cookbook for Southern Housewives, según declaraciones recogidas por TMZ.
A lo largo de su trayectoria, Madsen fue un rostro recurrente en el cine de Quentin Tarantino, participando en filmes como The Hateful Eight, Once Upon a Time in Hollywood y la mencionada Kill Bill. Su colaboración con el director comenzó con la película Reservoir Dogs, considerada una de las más influyentes del cine independiente.
Con una carrera extensa que abarca más de 300 producciones, de acuerdo con la base de datos IMDb, Madsen también dejó huella en títulos como Donnie Brasco, dirigida por Mike Newell, y Thelma & Louise, de Ridley Scott.
Nacido en Chicago el 25 de septiembre de 1957, el actor dio sus primeros pasos en el cine con un papel en War Games (1983), protagonizada por Matthew Broderick. Aunque su carrera se enfocó principalmente en la gran pantalla, también tuvo participaciones en series de televisión como Vengeance Unlimited y Tilt.
Además de su trabajo como actor, Michael Madsen incursionó en otros ámbitos artísticos, destacándose como productor, guionista y poeta. Publicó varios libros de poesía, entre ellos Burning in Paradise (1998) y Expecting Rain (2013).
El fallecimiento de Madsen deja un vacío en el mundo del cine, donde fue admirado por su estilo intenso y presencia inconfundible en pantalla.