
El humo blanco que emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, acompañado del repique de las campanas de la Basílica de San Pedro, marcó el momento histórico en el que se confirmó la elección de un nuevo papa para la Iglesia Católica
Este signo visible, ocurrido a las 18:07 horas locales, fue el resultado de la decisión unánime tomada por los 133 cardenales que se encontraban reunidos en el cónclave.
El repique de las campanas se convirtió en la señal que convocó a miles de fieles, quienes se reunieron en la Plaza de San Pedro para ser testigos de la importante noticia.
Posteriormente, el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, hará su aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro para proclamar la elección con la tradicional fórmula en latín: «Nuntio vobis gaudium magnum: Habemus papam», lo que significa «Os anuncio una gran alegría: tenemos papa».
Después de esta declaración, Mamberti anunciará el nombre del nuevo papa, así como el nombre con el que será conocido en su pontificado. Finalmente, el nuevo papa se presentará ante los fieles en la plaza vaticana, iniciando su camino como líder espiritual de la Iglesia Católica.