
En un desarrollo sorprendente, el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anunció hoy que solicitará una pena menor para los hermanos Lyle y Erik Menéndez, quienes han estado en prisión durante 35 años por el asesinato de sus padres. Esta decisión surge tras la revisión del caso, impulsada por la aparición de nuevas pruebas que podrían cambiar la dirección de su condena.
Desde su arresto en 1989, el caso de los Menéndez ha generado un amplio debate sobre la justicia, la familia y la salud mental. Las nuevas evidencias, aún no reveladas, han llevado al fiscal a reconsiderar la gravedad de la pena impuesta, lo que podría acercar a los hermanos a una posible recuperación de su libertad.
La audiencia para evaluar esta solicitud se llevará a cabo en las próximas semanas, marcando un nuevo capítulo en una historia que ha capturado la atención del público durante más de tres décadas.
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