
El presentador también dedicó palabras más amables al comediante, describiéndolo como “bonito, como un niño chiquito

A pocos días del arranque de la tercera temporada de La Casa de los Famosos México, el nombre de Adrián Marcelo ha vuelto a encender las redes sociales.
El influencer regiomontano, conocido por su estilo irreverente, se convirtió en tendencia tras emitir controvertidas declaraciones sobre el reality show que lo hizo famoso, pero que también lo sacó abruptamente debido a incidentes del pasado.
Durante una presentación en vivo, Adrián no dudó en lanzar comentarios sarcásticos sobre los nuevos participantes del programa, enfocándose particularmente en Abel Robles, comediante que padece acondroplasia y se ha posicionado como uno de los favoritos del público.
Entre risas del público presente, Marcelo lanzó frases como:
“Ya ganó un señor con tetas, ya ganó un ex convicto… falta que gane un enano”, lo cual desató un aluvión de críticas en plataformas digitales.
Aunque se trató de un chiste según el propio Adrián, usuarios de redes sociales no tardaron en acusarlo de discriminación, especialmente por añadir:
“No es enano, es liliputiense Abelito, porque los enanos están feos”.
Estas declaraciones fueron catalogadas por muchos como insensibles e irrespetuosas, a pesar de que se sabe que Abel y Adrián mantienen una relación amistosa desde hace tiempo.
No obstante, no todo fueron ataques. El presentador también dedicó palabras más amables al comediante, describiéndolo como “bonito, como un niño chiquito” y haciendo una comparación con un personaje de juguete, lo que también generó opiniones divididas entre quienes lo defendieron por su estilo de humor y quienes exigieron mayor responsabilidad en sus palabras.
El lado oscuro del éxito
Más allá de la controversia, Adrián Marcelo ha sido abierto sobre las consecuencias personales que le dejó su participación en LCDLF. En episodios anteriores de su pódcast Hermanos de Leche, confesó que la fama y el dinero no han sido sinónimo de bienestar emocional.
“Mi salida no fue gratis. Me cambió. Hay un antes y un después porque los huevos se pagan. La he pasado mal, no soy feliz”, reveló en una charla íntima con su coanfitrión.
Además, cuestionó la idea de que la riqueza garantiza la felicidad:
“Tener demasiado dinero no es la felicidad”, sentenció.